lunes, agosto 13, 2007

Perdidas

Perdidas las llaman quienes no ven el blancor traslúcido de su piel violenta, el golpe lascivo de sus venas, los muslos flexibles buscando la fatalidad, la negrura de las hebras, el deseo áspero, la mano incomprensible, la prolongación apenas en la oscuridad; yo no las digo, yo he visto a estos dos ángeles orgullosos sometiéndose con el olfato de la muerte, aspirándose en cada respiración compartida, yo he visto su hermosura inabarcable, y con eso, con solo eso me quedo